¡Hola queridos lectores!
¿Cómo estáis? Nosotras un poco tristes... Llegaremos a Nápoles mañana y eso quiere decir que nuestro viaje se acaba. Intentaremos disfrutar al máximo estos días que nos quedan de descanso y de aventuras, y sobre todo, lo compartiremos con vosotros.
Dejando atrás la bella Roma nos hemos puesto en marcha hacia nuestro nuevo destino...
Caserta, nos ha costado poco más de dos horas y cuarto en coche, en torno a las once y veinte de la mañana ya estábamos allí.
El hotel que hemos elegido esta vez se llama Hotel dei Cavalieri Caserta, se encuentra en Piazza Luigi Vanvitelli, 12. Dos habitaciones dobles con desayuno incluido nos ha costado 78€ cada una (39€ por persona). Está situado en el centro de la ciudad y ofrece vistas a la Piazza Luigi Vanvitelli.
Aquí tenéis la ubicación:
La primera visita obligada que no nos podíamos perder era al Palacio de Caserta, la entrada nos costó 12€ y se encuentra a tan solo diez minutos andando desde el hotel.
Es un palacio barroco encargado por el rey Carlos VII para que sirviese de centro administrativo y cortesano del nuevo Reino de Nápoles. El monarca quiso dotar a la dinastía Borbón-Dos Sicilias de una residencia de la talla de Versalles. Fue encargado por el reconocido arquitecto napolitano Luigi Vanvitelli, y también participó en su construcción Francesco Sabatini, que emprendería también proyectos en Madrid. Carlos jamás vio su proyecto finalizado, pues hubo de partir a Nápoles para ocupar el trono español a la muerte de su hermano, Fernando VI. El rey Víctor Manuel III lo donó al pueblo italiano en 1919. El edificio, junto con los jardines y el complejo arquitectónico de San Leucio, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. Actualmente, es un museo abierto al público y ha sido empleado en varias ocasiones como escenario para películas de ficción.
El Palacio Real de Caserta es la residencia real más grande en el mundo con más de dos millones de metros cúbicos.
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| Luigi Vanvitelli |
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| Carlos de Borbón, Infante de España, Rey de Nápoles y Sicilia |
La visita termina en la fuente que representa la fábula de Diana, que convirtió a un cazador en ciervo tras tener la osadía de observarla desnuda. A los laterales están los jardines ingleses, y arriba del todo una cascada espectacular. Como somos unas aventureras, vimos un sendero que ascendía y decidimos seguirlo. Después de 15 minutos de ascenso (algo peligroso porque resbalaba bastante) llegamos al punto más alto de caserta. No os lo podéis perder, quedaréis impresionados. Mirad:
Después de este pequeño viaje en el tiempo tocaba buscar un sitio para comer. Encontramos un restaurante Pizzeria Ciccio Vitiello, se encuentra a 15 minutos del hotel y se come de maravilla. ¡Comimos hasta pizza de Nutella! Riquísimo, salimos a unos 12 € por persona.
Nos dirigimos hacia el hotel para descansar un rato y sobre las seis y media de la tarde nos adentramos en el precioso casco antiguo de Caserta para hacer algunas compras y ver la Plaza del Segio, la Capilla de San Rocco o la Plaza Vescovado. Tampoco os podéis perder el encanto de las callejuelas de la ciudad.
Sobre las diez de la noche hemos vuelto al hotel, para cenar aquí y poder acostarnos pronto. Mañana llegaremos a Nápoles y hay que recargar fuerzas...
Buenas noches,
Marisa.
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