Noticias desde Roma

¡Buenos días lectores!

Aquí seguimos nosotras cuatro visitando Roma, la ciudad de los romanos. Como ya sabéis, ayer estuvimos todo el día visitando Roma, pero no, no estamos nada cansadas, esta ciudad nos da mucha energía.

Este es el recorrido de hoy, en el que si os fijáis, está planteado para ser visto todo en sentido radial para llegar finalmente a nuestro hotel.

El primer sitio de nuestro trayecto es el Castillo de San't Angelo que se encuentra a tan solo 15 minutos de distancia de nuestro hotel. El Castillo también es conocido como Mausoleo de Adriano, es una fortaleza situada en el margen derecho del río Tíber.

La construcción del edificio comenzó en el año 135 bajo las órdenes del emperados Adriano, que pretendía utilizarlo como mausoleo para él y su familia. Poco tiempo después se convirtió en un edificio militar que en el año 403 se integraría a la Muralla Aureliana. El año 590, mientras una gran epidemia de peste devastaba la ciudad, el Papa Gregorio I tuvo una visión del Arcángel San Miguel sobre la cima del castillo, anunciando el fin de la epidemia. En recuerdo de la aparición el edificio se encuentra coronado por la estatua de un ángel. En el año 1277 se construyó un corredor fortificado de 800 metros de longitud que conectaba el castillo con la Ciudad del Vaticano para que el Papa pudiera escapar en caso de que se encontrara en peligro.

Me parece muy interesante la historia sobre este Castillo y por dentro es aún si cabe más bonito e intrigante.

Continuando con el trayecto, yendo hacia nuestra siguiente parada, pasamos por la Boca de la Verdad, que es una enorme máscara de mármol, de la que se cuenta que mordía la mano de aquél que mentía. La legendaria escultura de enormes dimensiones, cuenta con un diámetro de 1'75 metros y está dedicada al Dios del Mar representado por un rostro masculino con barba, con los ojos, la nariz y la boca perforados.

La historia cuenta que un marido que desconfiaba de su esposa la llevó ante la Boca de la Verdad para comprobar su fidelidad. La mujer reaccionó fingiendo un desmayo y su amante la recogió en brazos. Después de esto, la mujer juró ante la Boca de la Verdad que solo había estado entre los brazos de su marido y del hombre que acababa de recogerla.

Y... ¡En un visto y no visto! ya hemos llegado al famoso Foro Romano. El Foro Romano era la zona en la que se desarrollaba la vida pública y religiosa en la antigua Roma. El Foro es, junto con el Coliseo, la mayor muestra de grandeza del Imperio Romano que se puede ver en la actualidad. Al finalizar el Imperio, el Foro se dejó en el olvido y poco a poco quedó enterrado. Aunque en el siglo XVI ya se conocía la existencia y la ubicación del Foro, no fue hasta el siglo XX cuando se realizaron las excavaciones.

A las 3 del mediodía hemos parado un poco para ir a comer. El lugar al que hemos ido es a la Taverna del Foro Imperial. Una taverna en la que, por lo que nos habían dicho, se come muy bien y hay una gran variedad de comida típica de Roma. Y así ha sido. Todas hemos pedido lo mismo: ensalada caprese y prosciutto. Una comida muy rica que nos ha costado 10'50 euros.

Después de pasear un poco por la zona en la que nos encontramos hemos ido a ver el Monumento a Víctor Manuel II, que se encontraba a una media hora de allí. Un monumento espectacular de 135 metros de anchura y 70 metros de altura que está compuesto por decenas de majestuosas columnas e interminables escaleras. Ha sido una gran suerte poder visitarlo y subir a los ascensores panorámicos ya que las bonitas vistas hacen que merezca la pena subir.
Una vez allí dentro, nos han contado que el Monumento fue inaugurado para rendir homenaje a Víctor Manuel II, primer rey de Italia tras su unificación. Hoy en día, en su interior se encuentra el Instituto para la Historia del Resurgimiento italiano y el Museo Central del Resurgimiento. Un dato que nos ha parecido importante es que desde 1921 el Monumento acoge la tumba del soldado desconocido, un lugar en el que brilla la llama eterna y se encuentra siempre custodiado por dos soldados.

Más tarde, hemos ido al Panteón de Agripa, pero de camino nos hemos dado el capricho de comprarnos un delicioso helado italiano. Un dato que se me ha olvidado recordar es que la entrada de hoy a estos maravillosos lugares ha sido de tan solo 7'5 euros, ya que solo hemos tenido que pagar la entrada al Foro Romano.

El Panteón de Agripa, es una de las obras maestras de la arquitectura de la capital italiana, además es el edificio mejor conservado de la antigua Roma. El nombre de Agripa viene dado porque el lugar en el que está situado el edificio actual estaba anteriormente ocupado por el Panteón de Agripa, construido en el año 27 a.C., que quedó destruido debido a un incendio en el año 80 d.C. A principios del siglo VII el edificio fue donado al Papa Bonifacio IV y éste lo transformó en una iglesia, por lo que en la actualidad presenta un perfecto estado de conservación.

La visita a este Panteón ha acabado sobre las 7 y media, y para no alargarnos mucho en este día hemos decidido coger un taxi para llegar a nuestro próximo y último destino: Villa Borghese. Además de que es un lugar que tenemos muchas ganas de ver, nos viene muy bien ya que está de camino a nuestro hotel, como se muestra en la foto del recorrido que os he enseñado al principio de la entrada del blog.

La Villa Borghese es uno de los parques urbanos más grandes de Europa. El Estado adquirió los jardines a la familia Borghese en 1901 y los abrió al público en el año 1903. Lo que diferencia a esta Villa de otros grandes parques como Hyde Park o Central Park, es la perfecta combinación entre naturaleza y arte de Roma. En sus jardines se pueden ver edificios, esculturas, monumentos y fuentes de famosos artistas de diferentes épocas. Además, los puntos de interés de este maravilloso jardín son: La Galería Borghese, el Zoo de Roma, el Reloj de agua de Pincio y el Teatro Silvano Toti Globe.




Como imaginaréis estamos agotadíssimas, así que hemos decido comprarnos unos bocadillos en un bar de camino al hotel para cenar allí. Así que...

Buenas noches y dulces sueños.

Maria.